Escritor y exministro socialista, luchador por las libertades durante el franquismo, resistente contra la ocupación alemana en Francia, superviviente del campo nazi de Buchenwald y eterno agitador político, Jorge Semprún Maura, fallecido este lunes en París a los 87 años, ha sido una figura tan relevante en la literatura como en la política española.
El exmilitante comunista nació el 10 de diciembre de 1923 en Madrid, en el seno de una familia burguesa muy vinculada a la política: Su padre, José María Semprún Gurrea, fue ministro de la República en el exilio y su abuelo materno, Antonio Maura, varias veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII.
Militancia en el PCE
Al comienzo de la Guerra Civil, Semprún se trasladó a Holanda. Tras el fin de la contienda, se fue a vivir con su familia a París donde terminó los estudios.
Fue en esos años cuando ingresó en el PCE y tomó parte en la Resistencia francesa. Fue detenido por la Gestapo y deportado en 1943 al campo de concentración de Buchenwald (Alemania), donde murieron miles de personas y donde el propio Semprún, marcado con el nº 44.904, permaneció 16 meses.
Esta dura experiencia la reflejó más tarde en sus libros y en 2010 intervino en los actos conmemorativos del 65 aniversario del fin de los campos de exterminio, momentos que siguió un equipo de TVE.
Tras la guerra mundial
Tras ser liberado en 1945, Semprún regresó a París, donde trabajó de traductor para la UNESCO y colaboró en varias publicaciones, como la revista Les Temps Modernes, del filósofo Jean-Paul Sartre.
Pocos años después, en 1953, fue elegido miembro del Comité Central del PCE y viajó por primera vez y clandestinamente a España bajo la identidad de "Federico Sánchez", su seudónimo político.
Colaboró con la histórica editorial de la clandestinidad Ruedo Ibérico, creada en 1961 por cinco amigos exiliados en París: José Martínez Guerricabeitia, Nicolás Sánchez Albornoz, Ramón Viladás, Vicente Girbau y Elena Romo. A finales de los años 60 vivió de incógnito en Madrid, compartió responsabilidades políticas y acometió su primera novela, El Largo Viaje, que fue Premio Formentor y Premio de la Resistencia.
Sin embargo, Semprún se enfrentó con el líder del PCE, Santiago Carrillo, en la denominada "Crisis del 64" en el PCE, lo que provocó su expulsión del partido. Su obra Autobiografía de Federico Sánchez (Premio Planeta 1977), refleja algunos de estos momentos.
En los años 80 aparecieron otras obras, como "Vaya Domingo" (1980), "Montand, la Vida Continúa" (1983), o "La montaña blanca" (1986).
Ministro de Cultura
Con el regreso de la democracia española, Semprún fue nombrado ministro de Cultura en 1988. Durante este mandato fue un mediador importante en las negociaciones para la adquisición de la Colección Thyssen, promovió el Decreto de ayuda a la Cinematografía de 1989 (Decreto Semprún), preparó el borrador de la Ley de Mecenazgo Artístico y Cultural, elaboró un Plan de Catedrales y trabajó en la mejora de relaciones y aumento de dotaciones con la Administración Autonómica.
Además, en enero de 1990, durante el primer Aniversario de la muerte del pintor ampurdanés Salvador Dalí, firmó con la Generalitat el acuerdo definitivo para el reparto del legado artístico del artista catalán.
Sus funciones como ministro terminaron en marzo de 1991 y fue sustituido por Jordi Solé Tura y memorias sobre esta etapa quedaron plasmadas su obra Federico Sánchez se despide de ustedes en 1991, traducido al castellano dos años después.
Desde entonces fijó su residencia en Francia y dedicó su vida a su labor literaria. También en los 90 escribió otras obras de relevancia, como L'écriture ou la vie en 1994, (Premio Nuevos Derechos del Hombre, en París) o Pálida madre, tierna hermana (1995).
Otras colaboraciones y Reconocimientos
Semprún colaboró como guionista con grandes nombres del cine francés, como Alain Resnais, Costa Gavras, Yves Boisset o Pierre Granier-Deferre, e hizo el guión de Las Rutas del Sur (1978) del estadounidense Joseph Losey.
En 2010 publicó Une tombe au creux des nuages (Una tumba en el hueco de las nubes), en la que revisa la idea de Europa y corrobora su fe europeísta. Y, pese a su mal estado de salud, en enero de 2011 apadrinó con el director palestino Elia Subliman el Festival Un état du monde et du cinéma.
A lo largo de su carrera fue distinguido con numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Planeta 1977, Premio de la Paz de los libreros alemanes 1994, Premio Weimar de Alemania 1995, Premio Jerusalén de Literatura 1997, Premio Bruno Kreisky 2006 o Premio del Club Internacional de Prensa 2010. Además, está en posesión de la Gran Cruz de Carlos III (1993), Comendador de la Orden de la Legión de Honor francesa (1995) y Cruz Sant Jordi (1995).
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